Lunes 27 de julio 2020

Empezamos el camino de apertura progresiva, siempre en armonía con las indicaciones de la autoridad sanitaria y conscientes que el culto y, particularmente, la vida sacramental son una necesidad insustituible para el bien espiritual del Pueblo de Dios.

Sabemos que este camino requiere de la generosa colaboración de sacerdotes, consejos parroquiales y de todo el pueblo cristiano. La buena realización de este proceso nos permitirá avanzar sin prisa, pero sin pausa, en una progresiva normalización, respetando los tiempos y modos que la autoridad sanitaria indique.

Iniciar este camino es una buena noticia pero también es una interpelación a la corresponsabilidad. Como adultos en la fe, colaboremos los unos con los otros, seamos prudentes y hagamos propio el desafío de cuidar el bien común siendo responsables con nuestras actitudes y decisiones. Un aspecto que será molesto, sin duda, serán las limitaciones en número y la necesaria inscripción para las misas, pero esto resulta necesario en esta etapa para la trazabilidad y para el adecuado orden del proceso.

Estamos conscientes que algunos querrán acelerar el proceso, pero la experiencia internacional, las claves que nos proporcionan expertos y las indicaciones que nos dan las autoridades sanitarias exigen de nosotros hacer bien el camino, paso a paso, en el ritmo que iremos comunicando.

Hacemos propias las palabras del Papa hace algunos días: “¡estén atentos, ¡no canten victoria aún! ¡no canten victoria demasiado pronto!”. La prudencia nos ayudará a avanzar sin tropiezo pero también sin retrocesos. 

Revisa las medidas pastorales en el documento adjunto
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Fuente: iglesiadesantiago.cl