Como les comentamos anteriormente la Comisión Nacional de Catequesis, organizó un semiario online denominado: "Cinco claves para conocer el nuevo Directorio para la catequesis".

En él, nuestro Director, el Padre Jorge Barros Bascuñan, expuso el primer día con la conferencia llamada: "¿Qué es? Identidad y misión de la catequesis". En dónde más de 1000 personas de todo el país participaron activamente.

A continuación te ofrecemos tres recursos para que puedas revivir y repasar dicho encuentro:
1. El registro en video de dicho seminario (ver al final de esta nota)
2. La presentación utilizada por nuestro director (que puedes descargar al final de esta nota)
3. Un resumen de la exposición realizada.

 

¿Cuál es la identidad y la misión de la catequesis en este momento de la vida de la Iglesia?

Resumen de la charla
 

Lo que nos entregó el Padre Jorge Barros, fue un logrado intento por responder con claridad qué es la esencia de la catequesis a la luz de lo presentado en el Nuevo Directorio. Destacando los elementos esenciales de la catequesis, cuyo carácter multidisciplinar nos plantea un gran desafío.

Es así como entonces, se comienza a explicar la catequesis como esencialmente una acción eclesial. Como un servicio de la Palabra de Dios, que hace resonar esta en el corazón de las personas. Y como parte del proceso evangelizador. Enfatizando a la catequesis como una acción esencialmente educativa, insertada en el proceso global de formación cada persona, pero como un ámbito especifico de la maduración en la fe. Una educación que debe ser orgánica, sistemática e integral.

A continuación, el Padre Jorge explica que lo propio de la catequesis es la educación en la fe. Con tres pilares claros: iniciación, fundamentación y profundización. No sólo la iniciación, que, como dice él, es en dónde por lo general más nos detenemos, desarrollando muy poco los siguientes pilares que permiten el crecimiento y la maduración en la fe.

En este sentido, sobre la esencia de la catequesis, un aporte concreto del Nuevo Directorio es poner el acento en la transformación de la vida de cada persona. Haciendo que el anuncio de la pasión, muerte y resurrección del Señor resuene continuamente en nuestros corazones. Acompañando, educando y formando en la fe.

Luego, comienza una explicación muy interesante entre la relación de la acción catequística con aquellos misterios pastorales que giran en torno al dinamismo de la Palabra de Dios.

Aquí nos habla de la relación íntima que existe entre kerygma (o primer anuncio) y catequesis. En donde la misión de la catequesis es profundizar y desarrollar esa fe en un contexto contemporáneo. Evidenciando la necesidad de una catequesis que pueda definirse de manera kerigmática. Es decir, con una “profundización del kerygma que se va haciendo cada más y mejor”. Sin delegar esta responsabilidad a otras acciones eclesiales.

De aquí se derivan algunas consideraciones importantes para nuestro trabajo catequístico. Como, por ejemplo: el expresar el amor salvador de Dios previo a una obligación moral y religiosa, poniendo siempre el amor en primer lugar. Una catequesis que apela a la libertad, que no imponga la verdad; que posea alegría, estímulo y vitalidad. Que contenga una integración armoniosa y que no reduzca la enseñanza de la Iglesia a unos pocos contenidos a veces más filosóficos que evangélicos.

Con esto desarrollado, nuestro Director nos enfatiza que se pueden identificar ciertos elementos de la catequesis que estamos invitados a valorar: (1) el carácter de propuesta; (2) la cualidad narrativa, afectiva y existencial; (3) la dimensión de testimonio de la fe; (4) la actitud relacional, el tono salvador y liberador. Por tanto, es muy importante que cualquier itinerario formativo de catequesis (bautismal, matrimonial, familiar, etc.) debe tener presente estas cuatro dimensiones.

A la luz de todo lo visto, el Padre Jorge termina reflexionando sobre el catecumenado (práctica eclesial que viene de los primeros cristianos) como fuente de inspiración para la catequesis. En dónde, entre otras cosas, la intención misionera es explícita y se estructura como un todo orgánico y gradual para iniciar en la fe y la vida cristiana. El catecumenado es un proceso estructurado en cuatro tiempos, dirigido a guiar a la persona hacia el encuentro pleno con el mensaje de Cristo en la vida de la comunidad. Esto significa introducir todas las dimensiones de la vida cristiana, para que cada catequizando inicie, dentro y con la ayuda de la comunidad, su propio camino de respuesta al Señor en la Iglesia.

Así, El nuevo Directorio insiste en la dimensión kerigmática y misionera de la catequesis, asumiendo el estilo y el dinamismo catecumenal, para que ayude a un gradual proceso de conversión. De esta manera se podrá llevar a cabo una seria catequesis de iniciación a la vida cristiana, que tanto necesita nuestra iglesia, como un itinerario pedagógico que lleve al creyente a un encuentro personal con Cristo. Aprendiendo a vivir según la fe cristiana y pueda dar testimonio de Él en el mundo actual.