Padre Alberto Lorenzelli Rossi
Inspector de los Salesianos de Don Bosco
Chile
Santiago, 03 de diciembre de 2017
Quiero expresar a usted y a la Congregación salesiana, mis saludos personales y como ex – alumna del padre Mario, y también a nombre de la Sociedad Chilena de Catequetas a quienes me honro en presidir.
Soy consciente del privilegio que Dios y la vida me han otorgado permitiéndome conocer al padre Mario quien me hizo sentir, como a todos los presentes, la persona más importante que había para él. Me acompañó, me formó, me desafió y me comprometió, con la catequesis, diciéndome permanentemente que sin ella a la acción pastoral le faltaría uno de sus pilares fundamentales. Me llevó con él a diversos lugares para formar catequistas, me hizo digna de su confianza involucrándome en la revisión de algunos documentos, corrigió mis errores con amor paternal y me obligó a tomar decisiones diciendo: “para eso te has formado”.
Estuve con él y lo vi, en su labor como director de la Comisión Nacional de Catequesis, esforzándose para responder con acierto evangelizador lo que el Concilio Vaticano II y las Orientaciones Catequéticas latinoamericanas indicaban, buscando, de esta manera, ser fiel al legado catequístico de Don Bosco.
Soy testigo de sus felices días en el Catecheticum, pero también de su sufrimiento porque no alcanzaba a comprender cómo una obra de tanto bien para la Iglesia, se terminaba.
Sus actitudes humanas de bondad, sencillez, humildad, paciencia, alegría, fuera de lo común, sumadas a las habilidades para hacer de su enseñanza una experiencia de aprendizaje altamente significativo, reconocidas por catequistas, religiosos, religiosas, diáconos, sacerdotes y obispos que fuimos sus alumnos; su testimonio como sacerdote salesiano, siempre fiel y dispuesto a servir, su profundo amor a María Auxiliadora, que observé especialmente en su agonía, me permiten adherir a la convicción que entre nosotros pasó alguien “con olor a santidad”.
Me asiste la certeza de que hoy día, Día del Señor y primer domingo de Adviento, a lo largo de nuestro país, se nos han unido muchísimos catequistas que han elevado una oración agradecida y un canto de alabanza a Dios por el padre Mario.
Admiraremos por siempre el ejemplo de su entrega generosa a la catequesis en Chile y América Latina que nos compromete en esta hora a tomar el testimonio y continuar el sendero que él nos invitó a recorrer.
En la confianza que el padre Mario ya está junto a Jesús, su Señor y Salvador, quien le debe haber recibido diciendo “Ven, bendito de mi Padre y toma posesión del reino preparado para ti desde la creación del mundo”, decimos que será eterno nuestro agradecimiento al Padre Dios por el don tan grande que nos ha hecho y por todo el bien que hemos recibido de Dios por medio de su persona.
Padre Mario Borello Gillardi, sacerdote salesiano de Don Bosco, catequista, amado Maestro y Amigo ruega por nosotros al Padre y descansa en la Paz del Señor, pues tu tarea está cumplida.
Celmira de la Parra Aguilera
Sociedad Chilena de Catequetas
SOCHICAT
Departamento de Catequesis
Vicaría Episcopal para la Pastoral
Arzobispado de Santiago
Plaza de Armas 444, Santiago de Chile
Teléfono: (+562) 2768 5818
E-mail: catequistas@iglesiadesantiago.cl