Yasna Narea es Catequista para personas con discapacidad de la Parroquia del Buen Pastor de Macul, trabajo que viene realizando desde hace siete años y que ha llevado a cabo con llamativos materiales didácticos, creados por ella, para trabajar la Fe en cada niño.

Tras una experiencia personal, Yasna se vio en la necesidad de idear una manera para llegar a los niños, cada uno con diversas dificultades. Agrega que, “yo tengo una niña con síndrome de Down, entonces en la necesidad de poder entregar el mensaje a Javiera, mi niña, tuve que valerme de ciertos recursos para poder comunicarle muchas cosas (…)”.

Luego de compartir con estos niños en situación de discapacidad, Yasna se dio cuenta de que cada uno de ellos tiene habilidades distintas y en ese sentido tuvo que dirigir su trabajo, casi personalizado, para poder cumplir su objetivo. “Yo tenía que usar algún recurso más allá de la oración, de la preparación, de la formación, había que hacer algo. Entonces a mí se me ocurrió preparar un material, después fui viendo la discapacidad de cada niño porque cada uno es un mundo. Pueden ser cinco niños con síndrome de Down, pero todos responden de forma distinta a las motivaciones, entonces tuve que ir, por cada niño, preparando ciertos materiales y así nacieron estos trabajos, la mayoría de ellos en materiales reciclados”, añade Yasna.

Continúa, “por ejemplo, hice un libro para contarles el cuento de la creación de forma más lúdica y que ellos pudieran intervenir y jugar como quieran. También hice una Biblia y preparo los distintos temas que vamos tocando en las catequesis y con esto yo voy trabajando en cada encuentro. Todo es material reciclado, nada es costoso y más que nada es el hecho de poder transmitir a los niños con discapacidad el mensaje”.

En este sentido, el objetivo más profundo se cumple y es que cada niño sienta el amor de Jesús, más allá de leer, analizar o comprender. Yasna agrega que “a estos niños, jóvenes y adultos, probablemente, no les puedas leer un texto porque no lo van a entender, pero sí les queda el mensaje de fondo y que es que dios te ama tanto que te ve a ti, no tu discapacidad. Entonces a ellos les gusta mucho porque primero hay una dedicación, hay un cariño (…). Hay niños a los que no les gusta cantar, pero sí les gusta ver dibujos, pintar o escuchar cuentos, por eso la respuesta ha sido super bonita y yo feliz porque eso me motiva a seguir trabajando en esto”.

Finalmente, respecto de cómo hacer más efectiva esta tarea y qué sumaría a esta catequesis, Yasna señala que “más que nada poder entender el mensaje de Jesús, se dice que nosotros tenemos que entregar la palabra, pero no dice a quiénes, sino que dice a todos. Creo que si nosotros como catequistas aprendemos y entendemos el mensaje no habría necesidad de hablar de una catequesis para personas con discapacidad y una regular, sino que sería una sola y por eso creo que todavía nos falta y que tenemos que conocer mejor a Jesús y tener mayor compromiso de todos para que pueda ser una iglesia más inclusiva.”