“La celebración de la Pascua del Señor, constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. En el siglo II, cuando la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor”, se extrae del documento que ofrece el Departamento de Catequesis para este tiempo litúrgico.

Por su parte el Papa Francisco expresó en su mensaje para este tiempo, qué el Camino Cuaresmal es Sinodal, enfatizando que es una transfiguración, personal y eclesial, la meta del camino ascético cuaresmal y, del mismo modo, del sinodal: “Aun cuando nuestros compromisos diarios nos obliguen a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una cotidianidad a menudo repetitiva y a veces aburrida, en Cuaresma se nos invita a ‘subir a un monte elevado’ junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis.” (Ver mensaje del Santo Padre aquí).

En el documento elaborado para los catequistas, por el padre Marcelo Cabezas  profundiza sobre cómo vivían Cuaresma, los primeros cristianos y que simbolizan signos como las cenizas, las cuáles se imponen el “Miércoles de Cenizas”, que este año 2023,  corresponde al día 22 de febrero: “En la tradición judía, el símbolo de rociarse la cabeza con cenizas manifestaba el arrepentimiento y la voluntad de convertirse: la ceniza es signo de la fragilidad del hombre y de la brevedad de la vida”, expresa la publicación.

Asimismo responde a la inquietud de ¿Por qué cuarenta días?, entre otras interrogantes asociadas a este tiempo litúrgico. (Ver documento completo aquí)