“Tenemos que ponernos en contacto con nosotros mismos, muchas veces nos perdimos de nosotros mismos. La vida tiene mucha profundidad, necesitamos un tiempo de oración para acoger a Jesús, un tiempo para el encuentro del catequista con Jesús y luego con el pueblo, con esas personas a las que le vamos a transmitir lo que hemos descubierto y sentido en el encuentro con Jesús” , indicó la religiosa María Divina Berasaluce de la congregación Hermanas de la Caridad de Nevers, quien guió el retiro para catequistas de la Zona Sur, realizado la mañana del sábado 28 de octubre, en la sede de la Vicaría sur.

Alrededor de 60 catequistas, hicieron un alto en sus actividades para conectarse con lo fundamental, con Jesús, quien es el centro de su servicio de catequistas, de su llamado. En estas ocasión el encuentro de Jesús con la mujer samaritana en el pozo, fue el episodio que inspiró la oración de los catequistas

Entre ellas a  Nora, quien es catequista de padres  y  contó que uno de los pozos de su vida es la oración profunda del Santo Rosario, quien la conecta con el abrazo maternal de la Virgen María: “Yo soy profesora y trabajo con niños y niñas vulnerables, mis colegas se admiran de mi paciencia, pero es el poder de la oración, me siento protegida por Jesús y María, estoy muy agradecida de mis hermanos catequistas por el apoyo”, indicó la catequista.

El retiro contó con dos momentos de oración personal y luego un compartir esta experiencia, entre ellas Hermosina Herrera de la parroquia San Antonio de Padua, quien es parte de la catequesis familiar : “Como catequistas tenemos que ser signo de esperanza y ser la memoria de Dios, nosotros no somos los protagonistas como catequistas, somos mensajeros, somos puente”, indicó Hermosina.

La hermana María Divina le comentó a los catequistas, que es importante que ellos sepan a los pozos que van, “puede ser el celular, o personas que no me estás saciando mi sed de ser amado, toda persona busca la dicha, pero lo que tenemos que hacer, es encontrarnos en  con el manantial que es Dios”.

Así lo vivió Claudia Araya de la parroquia Don Bosco, quienes es parte catequesis familiar y estaba muy contenta por la fe compartida: “Es reconfortante adquirir sabiduría de los compañeros catequistas y uno de mis pozos fundamentales es mi encuentro personal con Jesús, para luego salir a difundir su mensaje”, expresó Claudia.

Finalmente, los catequistas concluyeron su retiro zonal ofreciendo todo lo vivido al Señor y con el compromiso de seguir siendo instrumentos para que más personas se encuentren con Jesús.