El pasado,  07 de julio, seis niños del  TegereD, con diversos niveles de autismo y en  edades entre 10 y 14 años, celebraron el sacramento de la Eucaristía. La ceremonia se realizó en la capilla de la Vicaría de la zona Cordillera, donde familiares y amigos celebraron este gran paso de sus hijos.

La misa se inició con una oración recitada por los niños sobre Jesús, y la proclamación del evangelio según San Marcos que decía: “dejen que los niños vengan a mí, no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios”.

Luego, el sacerdote que presidió, Germán Reyes S.J. realizó la consagración del Pan y Vino e invitó a los padres a darles la primera comunión a los niños; la Eucaristía culminó con la bendición de los santitos, rosarios y recuerdos que los padres prepararon para sus invitados.

María Ignacia  Peña,  fonoaudióloga y la maestra de los niños en el TegereD, en conjunto con la catequista María Eugenia Matos, nos explican que los pequeños,  fueron formados en 10 sesiones de media hora cada una, cuyo contenido se adaptó a su método de aprendizaje, a través de recursos visuales y pictogramas.

Los temas enseñados a los niños fueron sobre  quién es Dios, Jesús como amigo, el perdón, lo bueno y lo malo de los pecados y la Biblia.

Padres agradecidos por sus hijos

Nos cuenta la madre de Oriana Sandoval, de  10 años que “fue una experiencia única, la preparación de las tías era especial,  donde hicieron una Biblia durante el ensayo los niños tenían un comportamiento natural”. Oriana es la única hija de esta familia venezolana que reside en Chile desde hace dos años, debido a un traslado laboral de su madre.

Agustina D´Irruarizaga con 11 años es melliza y la hija mayor de cinco hermanos,  su madre recuerda que su pequeña se preparaba con un “entusiasmo increíble, contenta y con muchas ganas de participar”, como familia estaban felices de que su primogénita haya realizado la primera comunión.

Paula, madre de Agustina Lobos de 12 años y la Mayor de dos  hermanos, nos comenta que fue “una preparación adecuada a sus capacidades y agradecemos que hayan tenido la oportunidad de ser miembros de la iglesia, en su nivel de comprensión,  como familia estamos contento de hacer primera comunión con nuestra hija”.   

Al terminar la celebración eucarística, los niños y familiares se trasladaron al salón de la vicaría Cordillera, para degustar un exquisito desayuno y compartir sus alegrías, momento donde los padres agradecieron con un ramo de flores a la catequista, maestra y coordinadora de la zona cordillera, por el esfuerzo y acogida para que sus hijos recibieran a Jesús como alimento físico y espiritual. 

En el departamento de catequistas, nos sentimos agradecidos de la dedicación y amor con que nuestros formadores colaboran en la integración de los niños con capacidades diferentes, quieres a partir de ahora tendrán una conexión directa con Jesús través de la eucaristía.

Fotografías y Redacción: María Virginia Matheus Gotera