En su comentario del Evangelio de hoy, el catequista Víctor Cofré reflexiona sobre la confianza de Dios en que su obra dará fruto. Esta confianza se manifiesta en el misterio de la creación y la redención, donde Dios actúa como el Señor del reino, y el hombre, como un humilde colaborador que observa y se regocija en la acción creadora de Dios, esperando pacientemente el fruto de su trabajo.

La colaboración en el Reino de Dios

Víctor destaca la importancia de que los catequistas, o agricultores del reino de Dios, reconozcan que, aunque deben esforzarse al máximo en sus labores, el resultado final siempre depende de Dios. Esta convicción es un sostén fundamental en el trabajo diario que realizan en sus comunidades y ambientes laborales. Citando a San Ignacio de Loyola, Confré enfatiza: "Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo que en realidad todo depende de Dios."

La parábola de la semilla: Símbolo del Reino de Dios

La segunda parte de la reflexión el catequista se centra en la Parábola de la semilla, utilizada frecuentemente por Jesús para ilustrar el misterio del Reino de Dios. Víctor explica que, aunque la semilla sea pequeña, está llena de vida y, al brotar, es capaz de romper el terreno, salir a la luz del sol y crecer hasta convertirse en la más alta de todas las plantas. Esta imagen subraya que el Reino de Dios, aunque necesita de nuestra colaboración, es primordialmente un don del Señor.

Fortaleza en la fe, esperanza y caridad

El comentario concluye con una invocación a la Virgen María, quien como tierra fértil, acogió la semilla de la palabra divina. Confré pide que esta semilla fortalezca nuestra fe, esperanza y caridad, impartiendo bendiciones a todos