En la celebración del Día del Niño y la Niña, Carmen Gloria Valenzuela, catequista de la Zona Oeste, brindó un mensaje especial dirigido a los más pequeños, basado en el Evangelio de San Juan (6, 41-51). Con su talento para el relato y el uso de imágenes didácticas, Carmen Gloria logró que los niños comprendieran la importancia de un regalo muy especial que Jesús nos ofrece: el Pan de Vida.

El relato comenzó con una introducción cálida y cercana: "A ver, a ver, a ver... Hola, bienvenido o bienvenida. Hoy es un día muy especial para ti", expresó la catequista, captando de inmediato la atención de los niños. Luego, con un tono lleno de misterio y emoción, compartió cómo Jesús les hablaba a las personas de su tiempo, quienes murmuraban al oír que él era el pan bajado del cielo. "¿Acaso no es este Jesús el que nosotros conocemos, el hijo de José? Si conocemos a su padre y a su madre, ¿cómo es que ahora dice que ha bajado del cielo?", cuestionaban.

Jesús, según el relato, respondió con una afirmación poderosa: "Yo soy el que ha bajado desde el cielo y el que come de este pan tendrá la vida eterna". A través de estas palabras, Carmen Gloria enseñó a los niños que Jesús es el verdadero pan que nos da la vida para siempre, un regalo de amor que debemos valorar y en el que debemos confiar.

Para finalizar su relato, Carmen Gloria les hizo una invitación especial a los niños: "Recuerda, siempre confiar en Jesús. Da la media vuelta, toca un cascabel, a ver, a ver, a ver". Con esta frase, que incluyó un gesto lúdico, la catequista no solo transmitió la enseñanza del Evangelio, sino que también dejó en los corazones de los pequeños la sensación de haber recibido un regalo único y eterno en su día especial.