En días pasados, Boris Carreño Droguett, Secretario Ejecutivo del Departamento de Catequesis,  del Arzobispado de Santiago, realizó una visita al Ministerio SPRED, “Special Religious Development”  de la Arquidiócesis de Chicago, Estados Unidos, con la finalidad de conocer el sistema de enseñanza catequético para niños y jóvenes con capacidades diferente.

Este ministerio de Desarrollo Religioso Especial funciona desde 1960 y sus participantes van desde los 6 hasta los 22 años, implementado en 7 países y 19  diócesis en Estados Unidos. El método consiste en que los catequistas vivan una vida de amor con Dios en Cristo y bajo la guía del Espíritu Santo ayudando a otros a entrar en la dinámica de esta relación.  Para ello, es esencial que los catequistas compartan una mentalidad en común, un espíritu de fe y una misión para reunir y guiar, porque para estas personas especiales, la fe significa que Dios te quiere y te acompaña.  

Experiencia personal

Durante su visita, el enviado especial experimentó que en estos centros, lo fundamental no es el aspecto presupuestario, sino el capital humano competente, siendo a su vez un lugar acogedor y preparado para la formación de los catequistas. Acota que este método de aprendizaje funciona, no por decreto, sino por convicción.

El encuentro fue propicio para compartir y entrevistarse con el equipo de  fundadores de SPRED, el padre McCarthy, la hermana Mary Therese Harrington SH y la hermana Susanne Gallagher SP, además de trabajar en conjunto con el equipo de formación hispana durante tres días, además de visitar dos parroquias, “Nuestra Señora de los Ángeles” y  “San Ohilo”, donde se encuentran dos centros de formación.

¿Cómo se desarrolla la catequesis en el centro SPRED?

“El catequista tradicionalmente enfoca su quehacer en la entrega de un mensaje hablado, o por ejercicios intelectuales, que apelan a la razón del individuo; en cambio, con este método de estudio, el catequista es un ejemplo y modelo para el niño o el adulto, llamado como un amigo que  trabaja a la par con el niño, donde se entrega un mensaje breve, acompañado de expresión corporal y gestos, que apelan más a una razón emotiva, acordes al nivel de las personas con capacidades diferentes y lo que ellos entiendan, para lograr que desarrollen un sentido de lo sagrado que acompañe su fe.”

 ¿Es replicable este centro de formación especial en Chile?

“Personalmente, si es aplicable con una adecuación mínima, porque la ciudad de Chicago es una ciudad muy similar a Santiago, en tamaño, segmentación económica, con una comunidad latina muy poderosa y este método es mucho más significativo, coherente con la manera con que los latinos hemos vivido nuestra fe, desde la pasión, el sentimiento y lo emotivo más que la racionalidad.  El ministerio se desarrolla en Estados Unidos, Canadá y México,  y si se aplicara en Chile, sería el  primer país Sudamericano en implementarlo”.

Boris resalta que este “método no busca ser impuesto en la arquidiócesis, sino que es un método que quiere ser compartido, debido a que somos muy conscientes de la riqueza y la historia de la catequesis especial en Santiago, y este vendría a ser otra forma que se ofrece, siendo una posibilidad de ayuda a los catequistas.”

Si deseas conocer más detalles sobre el gran trabajo que durante más de 45 años se ha implementado para impartir las catequesis especiales, te invitamos a visitar el portal www.spred-chicago.org  y así aprender nuevas estrategias que ayuden al servicio evangelizador de cada formador.

Redacción: María Virginia Matheus Gotera 

Fotografías : Boris Carreño